Tratamiento con formol. Se trata de un compuesto químico que ha de ser tratado con mucho cuidado y bajo unas condiciones de seguridad óptimas para evitar mareos y vómitos entre otros.
La clienta que se lo aplica suele prevenir estos efectos mediante una máscara que la aísla. A pesar de su peligrosidad, en España sigue siendo un método empleado en determinados salones y los resultados que ofrece pueden ser muy interesantes y saludables para el cabello, siempre y cuando se respeten las normas de seguridad.
Tratamiento sin formol. Este es uno de los más empleados en los últimos años, donde la keratina, sin formol, puede incluso ser aplicada para cabellos infantiles o adultos. Este proceso permite reestructurar y nutrir completamente el pelo sin necesidad de correr ningún tipo de riesgo para la salud.
Tratamiento líquido. Éste último es el más reciente y revolucionario del momento, pues se trata de ofrecer la keratina en forma líquida, permitiendo que su uso no se limite a los salones de belleza. Bastará con un simple pulverizador y éste reparará, dará un efecto liso y nutrirá el cabello de igual forma que cualquier otro tratamiento anterior.
Ahora que ya sabes las diferentes formas que existen en la actualidad, ¿Has pensado en cuidar tu pelo con esta proteína? Para evitar complicaciones, antes de aplicar mechas californianas u otro retoque en tu pelo, te recomendamos que te asesores sobre su compatibilidad.
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